El Sacramento
de la unción de los enfermos es cuando se le da una gracia especial a los
enfermos o ancianos, fortaleciendo y reconfortando al cristiano
debilitado por la enfermedad, y lo prepara para el encuentro definitivo con Dios. Como los demás sacramentos, fue
instituido por Jesucristo aunque no consta un momento preciso en el
que lo hubiese delegado. Se suele indicar que el texto de la carta de Santiago
como contexto de la función y efectos del sacramento: "¿Está enfermo alguno entre vosotros? Llame
a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el
nombre del Señor. Y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor hará que
se levante, y si hubiera cometido pecados, le serán perdonados" (St 5, 14-15).
Los
fieles pueden recibir el sacramento en enfermedades terminales, o sea, a punto
de fallecer. Hasta el Concilio Vaticano II, al sacramento se lo conocía con el
nombre de extremaunción,
puesto que sólo se lo administraba in extremis, es decir, ante la
inminencia de la muerte. El cambio de sentido impuesto al sacramento por el
Concilio, responde a la necesidad de poder asistir o pedir por la salud de los
enfermos para que el Espíritu Santo los acompañe y reconforte.
El
óleo utilizado en este rito también es conocido como: óleo de los enfermos.
El
rito, para el cual se utiliza óleo bendecido cada año en la Misa
del Jueves Santo, consiste en hacer tres veces la señal de la cruz en la
frente y en cada una de las manos del enfermo. Mientras se lo unge, el
sacerdote repite la siguiente fórmula:
Por
esta santa unción y por su bondadosa misericordia, te ayude el Señor con la
gracia del Espíritu Santo. Para que, libre de tus pecados, te conceda la
salvación y te conforte en tu enfermedad. Amén.
ESTE SÁBADO DÍA 2 DE JUNIO EN LA EUCARISTÍA DE LAS 7
DE LA TARDE LO CELEBRAREMOS CON TODA LA COMUNIDAD
PARROQUIAL.
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