En el evangelio, escucharemos uno de los grandes mensajes
de Jesús, una de aquellas enseñanzas que marcan la vida. Escucharemos la
parábola del buen samaritano. Y, al escucharla, nos daremos cuenta de la gran
novedad que Jesús quiere invitarnos a vivir. Porque, ciertamente, tanto en el
tiempo de Jesús como en el nuestro, no parece que sea una gran prioridad para
todos preocuparse por los que han quedado abandonados en los márgenes de los
caminos. Más bien parece que la gran prioridad sea que cada cual vaya a lo suyo
y se preocupe de sí mismo... Y Jesús nos dice que no, que esta no es la forma
de vida que da la felicidad. Con fe, con alegría, acerquémonos a Jesús y
dejémonos tocar por su Palabra, por su Buena Noticia.
Lee de nuevo las lecturas de este domingo.
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